La Nación El inh贸spito refugio patag贸nico al que se llega luego de navegar 40 minutos por aguas cristalinas
04/01/2025
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Bah铆a Arenal es un hospedaje en el extremo oeste de Chubut, cerca de la frontera con Chile; est谩 sobre el la La Plata
BAH脥A ARENAL, Chubut.鈥 鈥溌縌uer茅s conocer el secreto? No hay seres humanos y te sent铆s un explorador en tierras v铆rgenes鈥. As铆 define Enrique Verde la experiencia de Bah铆a Arenal, un hospedaje remoto en el Lago La Plata, 鈥渆l m谩s inh贸spito de la Patagonia鈥 al que solo se llega luego de 40 minutos de navegar por aguas pr铆stinas e h铆per cristalinas y profundas. En el extremo oeste de Chubut, est谩 rodeado por territorio chileno y solo 40 kil贸metros del Oc茅ano Pac铆fico.鈥淣o hay palabras para esta belleza鈥, dice Mariana Verde, host del lodge. El camino al lago es una aventura, luego de dejar la ruta 40 y cruzar por Alto R铆o Senguer (la poblaci贸n m谩s cercana) un camino deshabitado penetra la soledad extrema, es de ripio y cruza arroyos, inmensas extensiones y durante 86 kil贸metros solo se ven guanacos, liebres, zorros y como tel贸n: la majestuosa cordillera de los Andes.鈥淟legar al La Plata es atrapante鈥, dice Mariana. Tambi茅n es un viaje inici谩tico. Nada ha cambiado aqu铆 desde el principio de los tiempos. Las nubes tienen extra帽as formas ovoides, los primeros kil贸metros, la crujiente estepa. Una visi贸n alimenta la idea de estar entrando a otro mundo: el lago Fontana, descubierto en 1882. El camino humilla a cualquier que pretenda llamarse solitario, aqu铆 es la consagraci贸n de esta palabra. La huella sigue por un t煤nel de lengas y all铆 se ve: enceguece por el reflejo del sol.El Lago La Plata brilla con vida propia. Est谩 unido al Fontona por el correntoso r铆o Uni贸n, donde las truchas saltan para seguir su camino contra la corriente. Una expedici贸n 茅pica lo descubri贸 en 1890 y la obstinaci贸n de unos pocos hombres lo hicieron incluir en el mapa argentino. 驴Qu茅 sent铆s al llegar? 鈥淢ucha libertad y paz鈥, confiesa Mariana.Para llegar a Bah铆a Arenal, primero hay que conocer Huente Co (voz tehuelche que significa 鈥渆ntre dos aguas鈥), un lodge de la misma familia cuyo original propietario fue un pionero: Juan Brondo, durante muchos a帽os y en los mapas oficiales a煤n se llama a este lugar Pueblo Brondo. El pueblo era este hombre con su familia, hab铆a hecho una hoster铆a austera que fue durante d茅cadas la 煤ltima presencia humana en este conf铆n. Verde compr贸 la propiedad y la sofistic贸, sin descuidar la esencia: mucha madera, piedras y vidrios: el lujo es poder ver el lago La Plata.Desde aqu铆 se zarpa al extremo del lago: Bah铆a Arenal, tierra inexplorada. 鈥淓s la m谩s calma鈥, argumenta Verde. El embarcadero es seguro, moderno y su muelle deja ver el agua, aqu铆 de un tono esmeraldino, y en el fondo del lago, algunas truchas danzan extrovertidas. Es tambi茅n una de las causas por las cuales pescadores de todo el mundo se alejan de 茅l para pescarlas. 鈥淎ire puro, y estas vos solo con el lago鈥, dice Andres Verde, el mayor de los hijos de Enrique. La familia ven铆a a Brondo desde la cuna.Algunas islas sobresalen y se ven como bosques flotantes. La Plata es un lago de aproximadamente 30 kil贸metros de extensi贸n y se desarrolla de oeste a este, es una lengua trasl煤cida que penetra el mapa chileno, siendo territorio argentino. 鈥淎 veces aparecen gauchos de Chile buscando su ganado鈥, cuenta Verde. Las fronteras son solo pol铆ticas, la relaci贸n con los campesinos del pa铆s andino es buena.Quietud del agua鈥淣o te cruz谩s a nadie鈥, dice Andr茅s. La embarcaci贸n, de 煤ltima generaci贸n, se desliza en una flotaci贸n que rompe, acompasadamente en ondas que quiebran la inquebrantable quietud del agua. Cada peque帽o movimiento parece ser el primero que se ha dado en este conf铆n patag贸nico. El bosque andino se precipita al lago en cerros de mediana altitud. Algunos cauquenes y cisnes de cuellos negros acompa帽an la traves铆a lacustre. 鈥淎h铆 est谩鈥, dice Mariana.En el coraz贸n mismo del Lago La Plata, en su costa sur, rec贸ndita y restringida se ve un muelle y unas caba帽as recoletas con brillantes ventanales. Una nave de fina madera blanca invadida por 帽ires, lengas y arom谩ticos rododendros. Lujosa y at谩vica, secreta y llena de vida, as铆 es Bah铆a Arenal. 鈥淭odos quedan maravillados: nadie puede creer que sea realidad鈥, dice Mariana sobre el hospedaje y su privilegiada ubicaci贸n. 鈥淟o que m谩s atrae es que est谩 todo deshabitado鈥, agrega Andr茅s.鈥淪olo son 12 hu茅spedes, no m谩s鈥, sugiere Mariana. La caba帽a central tiene 240 metros cuadrados, est谩n el bar, el living, la biblioteca y el comedor. En las paredes, mapas, muchos mapas. C贸modos sof谩s est谩n ubicados frente a los ventanales. All铆 sucede lo m谩s importante, aquello por lo que todos han venido: la vista al lago m谩s inh贸spito y los rayos del sol en los picos nevados, el Dedo, el Catedral y El Condor, abrazan la bah铆a, del otro lado de la monta帽a, ya es territorio chileno. 鈥淣o se puede imaginar un lugar m谩s alejado鈥, dice Enrique. Tiene raz贸n.Bah铆a Arenal fue vista por Eduardo Mayer. Vista y so帽ada, este visionario se imagin贸 en 1991 hacer un hotel cinco estrellas alejado del mundo, lo logr贸, pero tard贸 cuatro a帽os en hacerlo, en una peque帽a balsa hizo cientos de viajes con materiales para lograrlo, desde el embarcadero de Huente Co. En 1994 lo inaugur贸 y durante siete temporadas fue un tesoro compartido por pocos aventureros. Un incendio lo consumi贸 y luego un grupo belga lo reconstruy贸 hasta que en 2011 la familia Verde se hace cargo.La desconexi贸n es total, y la simpleza del dise帽o es afortunada. Donde deber铆a ir una pared, se opt贸 por una gran placa de vidrio que contiene la vista a la intimidad del lago y las monta帽as. Una caba帽a llamada 鈥淟a Experimental鈥, colgada del acantilado y con muelle propio, para puristas de la soledad y a mil metros, habitaciones en el bosque y una a煤n m谩s apartada bah铆a, un quincho solitario, un motivo que podr铆a inspirar el sue帽o de cualquier artista pl谩stico que busque una imagen de la felicidad sin la profanaci贸n del mundo moderno.鈥淟a siento en el cuerpo鈥, confiesa Mariana al referirse a la paz de una de sus actividades preferidas: caminar por el bosque. Invita a los pasajeros a hacerlo, muchos se van por su cuenta, llamados por esa aparentemente impenetrable cortina de troncos y ramas. H煤medo y vital, la luz solar se aten煤a y se precipita entre las hojas. Las astillas ca铆das y el canto del mart铆n pescador, teros y cauquenes son los 煤nicos sonidos que habitan el silencio insondable.鈥淓ste lugar te alimenta鈥, agrega Andr茅s. Los silenciosos pasajeros tienen algunas opciones para encontrar m谩s de este sustento natural. Navegar hasta el fondo del lago y hacer una caminata de 45 minutos y llegar a peque帽o lago La Plata Chico, a apenas 1000 metros de la frontera chilena, a 7 del rio El Cisne y a 45 kil贸metros del Oc茅ano Pac铆fico. No hay poblaciones chilenas ni parajes, solo algunos puesteros. 鈥淟levamos una mesa, un disco y cocinamos all铆鈥, dice Mariana. Al pie de la cordillera y orillas del lago y en el centro de un recogimiento y felicidad incorruptibles.La vuelta al lago鈥淯na semana鈥, dice Mariana, dura dar vuelta a todo el lago caminando. La aventura es la misma que tuvieron los que descubrieron este lago en 1890. Baja las profundas aguas del lago, tiene una profundidad m谩xima de 185 metros, viven truchas arco铆ris y fontinalis. La caminata tiene recompensa, la pesca y la fortuna de hallar piezas grandes. Se cocina la trucha a la manera patag贸nica, atravesada con una rama y al fuego. No necesita sal ni lim贸n, su carne es deliciosa, comerla en la costa del lago, es el mejor condimento.El descubrimiento del Lago fue 茅pico. En 1890 el doctor Francisco Pascasio Moreno (鈥淓l Perito Moreno鈥) entonces director del Museo de La Plata (Buenos Aires) envi贸 una expedici贸n a las inexploradas tierras del sur, el equipo estaba formado por Eduardo Botello, Antonio Steinfeld y M. G. Mohler. En barco, tren, carreta y luego a lomo de mula cruzaron todo Chubut hacia su extremo oeste sur, ten铆an como objetivo hacer un relevamiento completa de esta regi贸n, inc贸gnita.Llegaron al lago Fontana, hallaron una bandera argentina con la tela deshilachada y un moj贸n, elementos que dej贸 el Comandante Luis Fontana cuando lo descubri贸, entonces gobernador del Territorio Nacional de Chubut. Como pudieron, siguieron con las mulas hasta que el bosque les imposibilit贸 continuar. Debieron seguir a pie bordeando el Fontana, en lo alto de un acantilado vieron un reflejo plateado en el horizonte. Decidieron hacer noche al borde del lago y retomar al d铆a siguiente. Haciendo camino a machetazos, hallaron un claro en la altura y vieron que se trataba de un lago.Lo bautizaron Lago Moreno, en honor al jefe de la expedici贸n, pero el doctor Francisco Moreno declin贸 el honor y lo llamaron La Plata. Eran 茅pocas de arbitrios lim铆trofes y el trabajo del Perito y de esta expedici贸n fueron determinantes para incluir a estos dos lagos en el mapa nacional. Ambos desagotan sus aguas en el oc茅ano Atl谩ntico.Otro personaje que camin贸 el lago fue el lituano Julio Germ谩n Koslowsky, colaborador de Moreno. Lleg贸 al fondo del lago, luego baj贸 hasta Valle Huemules, se construy贸 un rancho de madero y levant贸 un m谩stil con la bandera argentina. Se hizo instalar un tel茅grafo que nunca funcion贸, y cuando vino una delegaci贸n brit谩nica que arbitraba entre el pa铆s andino y el nuestro, lo encontr贸 all铆 y fue crucial para anexar esas tierras.鈥淏ah铆a Arenal logra la mejor versi贸n de vos鈥, confiesa Mariana. Desde aquella 茅poca en la que se hicieron las exploraciones, muy pocas o ninguna pisada humana a transgredido la paz del bosque y el aire tramontano de este conf铆n donde 鈥攄icen los baqueanos鈥 ni el viento se anima a llegar.
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